En términos simples, contribuyente es toda persona, natural o jurídica, que tiene la obligación de pagar un impuesto.
Esta obligación de pagar impuestos se puede generar por diversas razones; porque una persona realiza ciertas actividades comerciales o industriales (ventas, por ejemplo), o porque trabaja y obtiene una compensación por ello (sueldo, remuneración, honorario, etc.), porque enajena un bien o lo entrega en arriendo, porque percibe utilidades por diversas inversiones como depósitos a plazo, dividendos de acciones, retiro de fondos mutuos, etc.
Así, toda persona que genera algún tipo de renta/ingreso, sea como trabajador (dependiente o independiente), como dueño de empresa (grande, mediano, pequeño, microempresario), como inversionista, etc., tiene la obligación de pagar alguno de los impuestos a la renta que establece nuestra legislación.
Asimismo, una persona puede ser sujeto de impuestos por otros hechos o actos, como tener la calidad de heredero respecto de una persona fallecida (Impuesto a las Herencias, Asignaciones y Donaciones); girar un pagaré o cheque a favor de otra persona (Impuesto de Timbres y Estampilla); cargar combustible en tu automóvil (Impuesto Específico a los Combustibles); o las compras que realizas en el supermercado o en cualquier otro comercio (Impuesto al Valor Agregado).
En consecuencia, toda persona, natural o jurídica, que se vea afectado por un impuesto, tiene la calidad de contribuyente.
En términos simples, contribuyente es toda persona, natural o jurídica, que tiene la obligación de pagar un impuesto.
Esta obligación de pagar impuestos se puede generar por diversas razones; porque una persona realiza ciertas actividades comerciales o industriales (ventas, por ejemplo), o porque trabaja y obtiene una compensación por ello (sueldo, remuneración, honorario, etc.), porque enajena un bien o lo entrega en arriendo, porque percibe utilidades por diversas inversiones como depósitos a plazo, dividendos de acciones, retiro de fondos mutuos, etc.
Así, toda persona que genera algún tipo de renta/ingreso, sea como trabajador (dependiente o independiente), como dueño de empresa (grande, mediano, pequeño, microempresario), como inversionista, etc., tiene la obligación de pagar alguno de los impuestos a la renta que establece nuestra legislación.
Asimismo, una persona puede ser sujeto de impuestos por otros hechos o actos, como tener la calidad de heredero respecto de una persona fallecida (Impuesto a las Herencias, Asignaciones y Donaciones); girar un pagaré o cheque a favor de otra persona (Impuesto de Timbres y Estampilla); cargar combustible en tu automóvil (Impuesto Específico a los Combustibles); o las compras que realizas en el supermercado o en cualquier otro comercio (Impuesto al Valor Agregado).
En consecuencia, toda persona, natural o jurídica, que se vea afectado por un impuesto, tiene la calidad de contribuyente.